Cuidado del producto

Para un mantenimiento óptimo y una mayor longevidad del fregadero de su cocina, recomendamos un régimen de limpieza y secado de rutina. Lo ideal es secar el fregadero con un paño suave después de cada uso o, como mínimo, una vez al día. Esta práctica es crucial para prevenir la acumulación de depósitos minerales y la formación de manchas de color irregulares, asegurando que se preserve el atractivo estético de su fregadero.

Para salvaguardar la integridad y el acabado de la superficie de su fregadero, evite usarlo como tabla de cortar. Cortar los alimentos directamente en el fregadero puede provocar arañazos y daños. Del mismo modo, evita dejar objetos punzantes, como cuchillos, sobre el fregadero durante periodos prolongados, ya que esto también puede contribuir al desgaste.

A la hora de elegir agentes de limpieza, es importante mantenerse alejado de productos duros o abrasivos. Los limpiadores abrasivos, los implementos para lijar, la lana de acero y los productos a base de lejía pueden causar daños irreversibles a la superficie del fregadero. En su lugar, opte por soluciones de limpieza suaves y no abrasivas para mantener su fregadero en perfectas condiciones.